El cine en México y sus orígenes

Los diversos inventos del cinematógrafo

La creación del cinematógrafo fue el resultado de los esfuerzos de una serie de inventores, comenzando por Joseph Nicéphore Niepce, quien en 1826 tomó la primera fotografía conocida en el mundo. Posteriormente, en el último tercio del siglo XIX, una diversidad de inventores crearon técnicas y aparatos con la finalidad de captar y reproducir la imagen en movimiento, tales como la Cronofotografía, el Fusil fotográfico, el Kinetoscopio, el Fonoscopio y el Mutoscopio, hasta que en 1895 los hermanos Louis y Auguste Lumiere, originarios de Besancon, Francia, crearon un aparato de proyección que sería conocido como Cinematógrafo.


El secreto de su invento fue haber diseñado un dispositivo que permitía el paso continuo del celuloide en que se había registrado la imagen, gracias a un sistema de cilindros que hacían avanzar la película que contenía perforaciones en ambos lados. De esta manera podía realizarse la exhibición continua de una película, independientemente de su duración.



La primera exhibición de cine en México

Al año siguiente, dos representantes de los hermanos Lumiere, Gabriel Veyre y Ferdinand Von Bernard, atravesaron el Océano Atlántico para promover su invento en América, comenzando por la Ciudad de México.

En el legendario Castillo Chapultepec, residencia del presidente Porfirio Díaz, los enviados de Lumiere presentaron, el 6 de agosto de 1896, una serie de cortometrajes ante el presidente y sus invitados, entre los que se contaban “La llegada del tren”, “El regador regado” y “La salida de los obreros de la fábrica Lumiere”, entre otros.

La exhibición causó tal impacto, que el presidente accedió a ser filmado en un paseo por el bosque de Chapultepec, en lo que constituyó la primera película realizada en este país. En este filme, que tiene una duración de apenas 30 segundos, vemos al General Díaz cabalgando junto con otros jinetes, en una de las veredas del bosque, en la que además transitan varios ciclistas.

Algunos días más tarde, se llevó a cabo la primera exhibición abierta al público, en el entrepiso de la Droguería de Plateros, ubicada nada menos que en la actual calle Madero, en el Centro Histórico de esta ciudad.


Un duelo a muerte

Resulta curioso pensar que México fue la primera nación en América en que se exhibieron y filmaron películas con el novedoso invento de los Lumiere.
A partir de aquella primera exhibición en el Castillo de Chapultepec, Veyre y Von Bernard continuaron realizando cortometrajes de escenas de la cotidianidad de la ciudad. Pero de acuerdo con los cronistas de la época, la película que causó gran impacto en el público fue la titulada “Un duelo de pistolas en el bosque”, en la que se ve a dos duelistas que apuntan sus armas y disparan. Uno de ellos cae herido de gravedad, en tanto que un médico intenta salvar su vida, mientras el duelista yace tendido en el pasto.

Quienes presenciaban este cortometraje quedaban conmocionados, porque no podían entender que no se trataba de un evento real, sino de una representación dramática realizada por actores profesionales.

Al año siguiente de estas exhibiciones pioneras, aparecieron los primeros productores mexicanos dispuestos a realizar filmes que testimoniaran los eventos sociales e históricos que tenían lugar en el México porfiriano.

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La banda del automóvil gris

En la primera década del siglo XX se realizaron las primeros películas de ficción. En 1907, el actor José de Jesús Haro filmó la película “El grito de Dolores o la Independencia de México”, que tuvo gran éxito en el público y que se convirtió en exhibición obligada en los festejos de la Independencia. Se iniciaba así la tradición del cine mudo en México.

En 1919 se produjo la que hoy en día se considera la película más importante del cine silente en nuestro país: El automóvil gris, que representaba la historia de una banda de maleantes que existió en la Ciudad de México. Los integrantes de esta banda, disfrazados de militares, asaltaban las casas de gente adinerada.

Pero lo extraordinario de este filme es que presentaba al inicio las tomas que el director Enrique Rosas filmó de la ejecución real de los integrantes de la banda, después de lo cual, un grupo de actores, entre quienes destacaba la célebre actriz María Teresa Montoya, representaban las fechorías realizadas por estos bandidos. Es decir, el filme era una combinación entre cine documental y cine ficción, que causó un gran impacto en el público de la época.

En la década siguiente se dio el auge del cine mudo en México, con destacadas películas como En defensa propia, La tigresa y La soñadora, las cuales se proyectaban en las salas cinematográficas, con el tradicional acompañamiento de un pianista, y en ocasiones, con la participación de una persona que narraba lo que acontecía en la película.

En 1931 se proyectó en México Santa, primera película sonora del cine nacional, inaugurando una nueva época en la industria del entretenimiento cinematográfico.

Te recomendamos ver:


Las películas:
Santa.
El automóvil gris
O los cortometrajes de:
El presidente Porfirio Díaz cabalgando en el bosque de Chapultepec.
Duelo en el bosque de Chapultepec de 1896.